El año 2008, que ha celebrado el 80 aniversario de Ramón Barce, es también el año que hemos sufrido su pérdida, la desaparición de una figura extraordinaria de la música española en espléndida y lúcida madurez.
Este artículo, que fue pensado ya hace algunos meses, y que proponía sumarnos al buen número de merecidos homenajes que ha recibido el compositor a lo largo de todo el año, nos sirve ahora también como una despedida al amigo, y un reconocimiento al Maestro, que tuvimos oportunidad de disfrutar en primera persona durante años.
Presentamos un apunte de su figura, con la intención de que todos aquellos interesados en los acontecimientos más cercanos de la música española se aproximen a su trabajo -sorprendentemente prolífico-, y a su pensamiento, extraordinariamente agudo y culto e inevitable además para el conocimiento de la historia y el pensamiento de la música española reciente.
Estamos ante un personaje que ha desarrollado una inteligente e inagotable labor en tantas facetas que resulta abrumador, porque no se trata sólo de un compositor, sino de una figura que ha dejado aportaciones significativas también como traductor, ensayista, investigador, crítico, musicólogo, conferenciante, docente, editor, narrador, guionista de cine, editorialista, organizador, promotor, gestor… quizá sólo es posible resumir su trabajo diciendo que ha sido un pensador, un gran intelectual que ha tenido la generosidad de poner a disposición de todos su inteligencia y su esfuerzo manteniendo en todas las facetas que ha tocado una contribución original, oportuna y brillante. Citando al propio Maestro, diremos que “…Un mundo artístico se convierte en mundo eidético tan pronto como el artista se sumerge en la problemática vital de la creación”. Y en ese recorrido ha estado y está Ramón Barce…….
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